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10 de agosto de 2010

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA PESCA EN EL MAR DE ARAGÓN?

El colectivo de Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón (en adelante APNs) son un colectivo ampliamente conocido en el medio rural pues son los antiguamente denominados Guardas Forestales, profesión vocacional arraigada en este medio en el que desempeñan el amplio campo de funciones que engloba la protección de la naturaleza, demostrando día a día su preparación y especialización.




Los APNs llevan realizando en los embalses de Mequinenza y Ribarroja controles de pesca mensuales tanto desde orilla como desde embarcación desde hace más de 8 años, labor callada, constante y profesional, y durante este largo periodo de tiempo navegando por las aguas del Mar de Aragón, recorriendo a pie sus orillas en contacto directo con los pescadores y viviendo desde nuestra posición de Agentes de la Autoridad la realidad que rodea al deporte de la pesca en estas aguas, vamos a intentar analizar de cara a la opinión pública los principales problemas ambientales que se han detectado para encontrar entre todos las soluciones más idóneas.

Ante todo aclarar que se va a hacer referencia a aquellos pescadores y guías de pesca, que con sus actitudes, están incumpliendo las normativas ambientales, remarcando que existen otros muchos pescadores y guías, tanto españoles como extranjeros, que con su comportamiento ejemplifican la pasión por este deporte desarrollado en armonía con el medio natural.


En el Mar de Aragón, la gran mayoría de los pescadores, son extranjeros que vienen a disfrutar durante tres o cuatro días de un circuito de pesca intensivo con capturas garantizadas. Los hay que vienen atraídos por los grandes siluros (Silurus glanis). Para conseguirlos, en ciertas zonas de pesca, se lleva a cabo generalmente por guías de pesca, el cebado de las aguas. Esto consiste en echar toneladas de “pellets” (harinas de pescado) a ciertos puntos del embalse que convenientemente se señalizan con pequeñas boyas. Posteriormente y frente a esos puntos se colocarán los pescadores con sus cañas y ese mismo tipo de cebo, “pellets”, en sus aparejos. De esta forma consiguen capturar esos grandes siluros, muy bien alimentados, que posteriormente y tras la consabida foto, serán devueltos al agua. Estos siluros liberados se comportan como si de ganado se tratara, responden a una serie de estímulos producidos desde la lancha, generalmente ruido y estos peces acuden a la zona de aporte de alimento.

Existe pues, una brutal contaminación por aportes de materia orgánica a las aguas, que debe de estar alterando las condiciones ecológicas de estos ecosistemas artificiales. Y es por eso, que todas las especies acuáticas, deben de estar siendo afectadas. El Plan General de Pesca para la temporada 2010 (en adelante PGP) establece como norma general la prohibición del cebado de las aguas, pero dicta una pequeña excepción para el entrenamiento de los pescadores federados.

Otros pescadores optan por emplear el cebo vivo para la captura de los siluros. El PGP habilita excepcional y exclusivamente en los embalses de Mequinenza y Ribarroja, la utilización de alburnos (Alburnus alburnus) tanto vivos como muertos, pero capturados durante la propia acción de pescar. Esta excepción genera muchos problemas, pues existe una venta ilegal de esos peces que se sirven congelados, para uso como cebo y también se genera la traslocación de peces vivos de unas masas fluviales a otras, o incluso, son traídas vivas desde el mar para emplearlas como cebo en estos embalses.


La tónica general para la captura de los grandes siluros incumpliendo el PGP es el empleo como cebo vivo de peces de mayor tamaño que los alburnos, como por ejemplo la carpa (Cyprinus carpio), el rutilo (Rutilus rutilus), el escardino (Scardinius erythrophthalmus), etc., utilizando técnicas de pesca prohibidas en el embalse de Mequinenza como la pesca con boya de fondo (método alemán).



Otras modalidades de pesca se desarrollan sobre la lucioperca (Sander lucioperca), carpa y black-bass (Micropterus salmoides) y que son capturados para consumo propio, algo que debería estar totalmente desaconsejado.
En diversas actuaciones llevadas a cabo por APNs, se han incautado redes de pesca de gran tamaño, que buscaban las capturas abundantes y que generen kilos de pescado. Tras esas capturas, los métodos que hemos podido observar para conservar el pescado en origen son:


- Congelación in situ. Portan en sus campamentos arcones congeladores alimentados por generadores eléctricos, donde una vez limpios, los peces son congelados y almacenados. Una de las últimas actuaciones llevadas a cabo por los APNs ha sido el decomiso de más de 20 carpas evisceradas y sin espinas, perfectamente congeladas, que habían sido pescadas en un Escenario para Eventos Deportivos de Pesca, que lleva aparejada la captura y suelta de dicha especie.


- Fileteado del pescado para su posterior secado al sol, mojama de pescado .

- Ahumado de pescado en hornos construidos al efecto.

Tras conocer por encima la problemática, se analiza la situación aportando alguna solución:

El Gobierno de Aragón establece las normas en materia de pesca, incendios, acampadas, etc. Esa legislación se publica para conocimiento de todo ciudadano. Incluso, en materia de pesca, se han confeccionado unos folletos divulgativos en diferentes idiomas. Tras el mensaje emitido, la cruda realidad es que no se produce eso que todos conocemos como comunicación. El mensaje no es recibido por las personas que están disfrutando del Medio Natural y en este caso concreto, cuando aquéllos que vienen a disfrutar de la pesca son en su mayoría extranjeros que tras recibir una licencia de pesca al llegar a Caspe, los ubican con rapidez y sin más, en su puesto de pesca.
Los APNs, en esos controles de pesca son los encargados de cerrar esa comunicación, informando sobre todas las normas, educando ambientalmente y por raro que pueda parecer, en ocasiones, enseñando a los pescadores las diferentes especies de peces que tienen en sus propias manos, puesto que en su gran mayoría no son capaces de identificarlas.

Se echa de menos que desde esas voces que denuncian estos problemas que últimamente han sido difundidas en prensa, se solicite un mayor número de APNs, (Funcionarios del Gobierno de Aragón, Agentes de la Autoridad y Policia Judicial “en sentido genérico”) para este entorno, puesto que existe en estas zonas un problema ambiental asociado al mundo de la pesca. Por ello es por lo que se deberían ampliar estos servicios, intensificándolos los fines de semana, que es cuando se produce la masificación en la afluencia de pescadores.

La afluencia de pescadores es masiva, por lo que el trabajo realizado por los Agentes es insuficiente, y es ahí donde se podría empezar a hacer algo. Nuestra experiencia nos dice que el denominador común de la mayor parte de las normas ambientales que se infringen, son las acampadas ilegales de pescadores en dominio público hidráulico. Estas acampadas realizadas durante dos, tres días para pescar, implican otras infracciones, como la pesca nocturna, realización de hogueras, acumulación de importantes cantidades de basura que no se retira de la zona, etc.,etc.



Debemos intentar que el pescador sepa que las acampadas están prohibidas y es lo primero que se debe conseguir. ¿Cómo?... El Mar de Aragón es inmenso en sus costas. Los APN disponen de lanchas equipadas para los servicios acuáticos con las que recorren sus aguas informando a los pescadores durante su control. Además, existen determinadas zonas de pesca que concentran un gran flujo de pescadores. Hay que transmitir ese mensaje con carteles indicativos claros y concisos: Prohibido Acampar, Prohibido hacer Fuego ¿Dónde te encuentras? ¿Características de las aguas? ¿Qué se puede pescar y cómo? Algo muy sencillo que a día de hoy no existe.


Se oyen demasiadas quejas de políticos, pescadores, particulares, etc. y resuena como solución milagrosa la del acotado de las aguas del Mar de Aragón. Desde el colectivo de APNs se piensa que el tener este gran embalse con sus aguas clasificadas para el libre ejercicio de la pesca en ese extraordinario entorno natural, es todo un privilegio que deberíamos defender entre todos.
El Plan General para la Pesca debería revisarse seriamente, puesto que gran parte de la excepciones que se establecen para intentar erradicar especies introducidas como el siluro y la lucioperca, no acaban realmente de conseguir ese fin, y muchas veces, llevan aparejadas el incumplimiento de otras normas ambientales. Sobre todo, se hace hincapié, en la autorización de la pesca con cebo vivo para erradicar estos peces. Si realmente se quieren controlar estos depredadores alóctonos, existen otros métodos más asépticos, que llevados a cabo por la propia Administración, tendrían como resultado su control poblacional.

Por último muchas de las veces el trabajo de los Agentes para la Protección de la Naturaleza acaba con la tramitación de las correspondientes denuncias. Pero... Hemos dicho que el 80% de los pescadores son extranjeros. ¿Esas denuncias llegan a Gran Bretaña, Francia, Holanda, Alemania, Austria, Republica Checa, Lituania, Eslovenia, Bulgaria, Rumanía………..?

4 de agosto de 2010

COMUNICADO DE APOYO A LOS AGENTES FORESTALES DEL AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

Teniendo conocimiento por diversos medios de comunicación del Acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Zaragoza, por la que pretende transformar la denominación y condición de los Agentes Forestales Municipales del Ayuntamiento de Zaragoza, desde esta Asociación se expone lo siguiente:
Queremos manifestar nuestro total apoyo a los compañeros Agentes Forestales del Ayuntamiento de Zaragoza en su lucha contra lo que consideramos una decisión infundada y desacertada cuyo principal perjudicado es el patrimonio medioambiental de los zaragozanos.
La tarea desarrollada por este colectivo desde su creación, resulta incuestionable en favor de la conservación del medio natural que posee el Término Municipal de Zaragoza. Los argumentos expuestos por el Alcalde y el Vicealcalde en la prensa, en ningún caso justifican la decisión tomada. El Ayuntamiento está obligado a reconsiderar su postura y apostar por la conservación de las más de doce mil hectáreas de monte de propiedad municipal, donde se encuentran pequeñas joyas medioambientales como el Galacho de Juslibol, el Vedado de Peñaflor o la Balsa del Ojo del cura.
Gracias por su atención