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AGENTES FORESTALES

La AAPNA es la asociación profesional de los AGENTES FORESTALES del Gobierno de Aragón

Ley 4/2024, de 8 de noviembre, básica de agentes forestales y medioambientales. Artículo 2 y 3.

Artículo 2. Agentes forestales y medioambientales.
A los efectos previstos en la presente ley, son agentes forestales y medioambientales aquellas personas adscritas a las distintas administraciones públicas que, con independencia de la denominación específica, tengan encomendada, entre otras funciones que se detallan en el artículo 4, la tutela de la seguridad ambiental mediante el desempeño de las funciones de vigilancia, policía y custodia de los bienes jurídicos de naturaleza forestal y medioambiental.
Artículo 3. Naturaleza jurídica.
1. Los agentes forestales y medioambientales tendrán la condición de funcionario público, así como la de agentes de la autoridad. Cuando se cometa delito de atentado, que pueda poner en peligro grave la integridad física de los Agentes tendrán al efecto de su protección penal la consideración de agentes de la autoridad. Esta naturaleza jurídica se hace extensiva, a efectos de su protección jurídico penal, a los supuestos en los que se produzcan agresiones, amenazas, atentados y cualquier hecho de similar naturaleza, que se realicen como consecuencia del ejercicio de dichas funciones, aun cuando estuvieran fuera de servicio en el momento de producirse, si los hechos se realizan como consecuencia o motivación de su ámbito profesional. Las faltas de respeto y consideración a los agentes forestales y medioambientales en el ejercicio de sus funciones, cuando no sean constitutivas de infracción penal, se ajustarán a lo dictado por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la Seguridad Ciudadana, o las dictadas con similares fines.
2. Los agentes forestales y medioambientales tienen la consideración de policía administrativa especial y de policía judicial en sentido genérico, actuando en este último caso en auxilio de los jueces y tribunales de Justicia y del Ministerio Fiscal.
3. Las administraciones públicas y los particulares están obligados a prestar la colaboración que precisen con los agentes forestales y medioambientales en el ejercicio de sus funciones.

La AAPNA forma parte de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medio Ambientales AEAFMA y de la International Ranger Federation IRF

15 de septiembre de 2014

Los Agentes Forestales advierten: solo la prevención y la limitación del uso del fuego reducirán los incendios forestales





La Asociación de Agentes Forestales y Medioambientales de España (AEAFMA) reclama intensificar las acciones preventivas contra los incendios forestales y considera inasumible la pérdida de vidas humanas que se produce cada año.

Para AEAFMA, el balance de incendios forestales y hectáreas arrasadas en lo que va de año, sustancialmente inferior a la media, no es un motivo de satisfacción, ya que son las condiciones atmosféricas las que siguen pilotando las estadísticas, y el fuego continúa originando pérdidas cuantiosas y, lo que es peor, devorando vidas humanas, como la del piloto fallecido el pasado sábado en Almansa.

La brusca caída de las cifras pone de manifiesto que es el estado del tiempo el que conduce a que, en lo que va de año, hayamos sufrido 8.526 incendios frente a la media de la década, que arroja, siguiendo datos del MAGRAMA, 12.590. El balance de hectáreas quemadas ―41.206 hasta el 7 de septiembre frente a las 100.405 de media anual― no se corresponde con ningún incremento en el volumen de efectivos destinados a la lucha contra los incendios, que no ha crecido en los tres últimos años. En pleno siglo XXI, se sigue en buena medida a merced de los elementos.

La experiencia viene demostrando desde hace tiempo que dedicar una cantidad ingente de recursos humanos y materiales a la extinción de los incendios forestales sin hacer hincapié en la prevención, no deja de ser una batalla perdida que al final ganará el fuego. El esfuerzo por dotarse de recursos siempre debe ir acompañado de un empeño similar en prevención.

Solo hay que observar el estado actual de las masas forestales en Valencia, Alicante, Murcia o Almería para darnos cuenta de que es cuestión de tiempo el que sufran la devastación de las llamas: únicamente hace falta que coincida un día de altas temperaturas con un viento fuerte y seco del oeste para que la catástrofe se desencadene.

Los agentes forestales y medioambientales de España exigimos que se incremente sustancialmente el esfuerzo en prevención. Los presupuestos invertidos en tareas preventivas contra los incendios forestales son irrisorios en comparación con el coste que conlleva la extinción y la recuperación de los sistemas forestales desaparecidos.

Y una prevención eficaz pasa inevitablemente por redoblar los esfuerzos en mantener en todo el territorio español unos equipos de vigilancia activa de agentes forestales que se dediquen de manera especial a disuadir a los incendiarios de sus acciones, a garantizar que se cumplan los condicionantes en las quemas autorizadas, a impedir el uso del fuego en las zonas forestales y sus aledaños, a concienciar a los usuarios del monte sobre las conductas que resultan peligrosas y a asegurar el cumplimiento de las normas de prevención de incendios forestales. No es suficiente con un anuncio en televisión o con plasmarlo en un boletín oficial.


Prevenir es verificar el estado de las líneas eléctricas, evitar la presencia de material combustible próximo al ferrocarril, controlar o limitar los espectáculos pirotécnicos y evitar negligencias en el uso de dispositivos y herramientas que generen chispas o deflagraciones. Prevenir, en definitiva, es llevar a cabo actuaciones que minimicen los riesgos de accidentes o las negligencias en el uso del fuego.

El Estado y las Comunidades Autónomas disponen de seis mil agentes forestales para llevar adelante un verdadero plan de prevención de incendios. Solo necesitan instrucciones precisas en esa dirección y una inversión continuada en medios humanos que optimicen el alcance de estas labores. Preparación, les sobra.

La investigación de las causas de los incendios debe servir para algo más que para llevar, cuando lo hay, al culpable ante el juez. Precisamente porque sabemos cómo se originan los incendios, AEAFMA recuerda ahora que es necesario reducir esas causas, y ello solo puede lograse mediante un arma tan silenciosa como eficaz: la prevención.

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